jueves, 11 de junio de 2009

POLICIAS:

POLICIAS ASESINADOS EN BAGUA:

La ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, informó que mañana arribará a Lima nueve cuerpos más de los miembros de la Policía, fallecidos en los actos de violencia de Bagua.
"Mañana en la tarde deben venir 9 más. Ya tenemos 13 en velatorio, y el proceso de destino a sus familiares, la Policía se encarga de todo ello”, declaró desde el Hospital de la Policía, donde visitó a algunos de los efectivos heridos.
Agregó que la institución policial hará el pago de las compensaciones y seguros de vida correspondientes, además de efectuar los ascensos a los cuales tienen derecho los policías caídos.
La titular del Interior indicó que en esto momentos de dificultades, la Policía Nacional tiene la responsabilidad de velar por la familia de los efectivos muertos, que según la Presidencia del Consejo de Ministros, suman 22 hasta el momento.
Cabanillas lamentó que estos policías caídos hayan muerto de manera “cruel” porque fueron desnudados, atados con los pasadores de sus propios calzados y abaleados por la espalda por un grupo de indígenas que protagonizaban actos de violencia.
“Esos que hicieron esta matanza no son nativos comunes y corrientes, a quienes debemos respetar, sino que son asesinos porque los testigos dicen que sabían manejar armas de fuego y usaban pasamontañas”, mencionó.
Por lo pronto, confirmó que las Fuerzas Armadas asumieron el orden interno de las ciudades de Bagua y Utcubamba, Región Amazonas, para brindar apoyo a la Policía Nacional durante la situación de emergencia.(Andina)

miércoles, 10 de junio de 2009

MASACRE EN BAGUA,La violencia en Bagua deja hasta el momento 22 policías muertos

La zona de Bagua, donde han ocurrido los luctuosos acontecimientos de la semana pasada, es parte de una geografía muy especial. Corresponde al área de influencia del poderoso río Marañón, que corre por una depresión natural de la cordillera. En esta zona se reduce notablemente la altura y el ancho de las montañas andinas. Por lo tanto, registra una profunda penetración de la selva amazónica hacia occidente, en dirección al océano Pacífico. Se trata de la región peruana donde la selva está más presente en la sierra y en la costa.
Esa depresión de la cordillera es conocida como la hoya de Jaén y fue arduamente disputada por el Ecuador, que reclamaba para sí, “Tumbes, Jaén y Maynas”. Esa hoya es un receptáculo de innumerables ríos, provenientes de las serranías peruanas y ecuatorianas, que suman sus aguas desde direcciones opuestas con el Marañón. Este asimila fuerzas y a través de una serie de pongos rompe la cordillera para descender a la llanura amazónica.
Por consiguiente, en la historia peruana la hoya de Jaén ha sido habitada por grupos humanos que establecieron un contacto entre la selva amazónica y el mundo andino. Siempre fue tierra de encuentros y se hablaban múltiples lenguas. Era un puerto interior. Acudían diversos grupos de selváticos que cambiaban sus productos por los provenientes de otras ecologías.
Estos afluentes del Alto Marañón eran habitados por grupos de origen jíbaro. Ellos estaban en la región desde los orígenes. Habitaban la selva y bajaban hasta la costa. Fueron desplazados del litoral piurano por el avance de los mochicas y los vicús. Posteriormente perdieron control de la sierra ante los quechuas y se encerraron en la región Amazonas, donde formaron los grupos contemporáneos de aguarunas o awajún. Se hallan en esta región desde tiempos inmemoriales y son obviamente los habitantes originarios.
Los amazónicos de esta región se hallan lejos de la imagen del buen salvaje. Por el contrario, son herederos de esa tradición de contacto a la que nos hemos referido. Cazan, pescan y beben masato como antes, pero también acuden a las ciudades con regularidad, hablan castellano y son hijos del gran proceso de cholificación que ha recorrido al Perú.
Su forma de vida implica mucha pureza natural. Apenas se tala el bosque o se contaminan los ríos se afecta la sociedad indígena tradicional. Por ello, su hábitat natural se halla en contradicción con las ideas del presidente García, contenidas en el famoso texto del “perro del hortelano”.
En ese artículo, el presidente sostenía que el bosque era improductivo porque las comunidades explotaban una parte mínima y el resto permanecía intocado. Ese razonamiento expresa una incomprensión del modo de ser indígena; pero, peor aún, proponía como solución entregar el bosque en concesión a grandes compañías petroleras y madereras para que lo desarrollen.
Esa contradicción ha reventado de una manera espantosa. Hacía décadas que no moría tanta gente inocente en un enfrentamiento social. Nos duelen tanto los policías como los nativos. Bien miradas las cosas, la única postura racional es del lado de los indígenas. Ellos estaban ahí antes que lleguen todos los demás. Antecedieron a los incas, a los conquistadores españoles y al Estado criollo. Son los verdaderos dueños por su larga posesión de la región.
Por lo demás, sus tierras están reconocidas por ley; las comunidades son legales desde Leguía en adelante. Asimismo, el Estado peruano ha firmado la resolución 169 de la OIT, que obliga a consultar con los indígenas antes de otorgar concesiones en sus tierras. Pero, el Estado no ha cumplido. Por el contrario, el gobierno y buena parte de la clase política vienen meciendo a los indígenas desde la huelga de agosto pasado. Hasta que, finalmente, ha estallado la violencia y la sangre ha llegado al río.
El Congreso debe derogar los decretos cuestionados y someterlos a consulta. Asimismo, los ministros responsables, PCM e Interior, deben renunciar. Solo así el APRA puede salvar el último tramo del periodo gubernamental. Caso contrario, al presidente García le sucederá lo mismo que con la masacre de los penales, que lo arrastró en picada el resto de su primer mandato.

¿Quién es el culpable de las muertes ocurridas en Bagua?
La verdad es que yo tengo mi teoría desde hace tiempo, y creo que los grandes culpables de las desgracias del Perú, como la vivida hace unos días, son nuestras mismas autoridades: presidente, congreso, poder judicial, municipalidades, gobiernos regionales, policía, etc, etc.Creo que la motivación que lleva a los peruanos, a matarnos entre nosostros mismos, es la simple frustración de querer hacer o revertir algo, y no poder hacer nada al repecto.Sin embargo, no creo que la frustración sea suficiente para que ocurra esta matanza entre compatriotas. Para eso, hace o hacía falta el pésimo manejo político de todas y cada una de las autoridades de este país.Primero promulgaron una ley forestal en favor del TLC con EE.UU, sin consultar a los nativos, o si quiera explicarles las bondades del TLC y una ley como la 1090.Luego los congresistas opositores al TLC, van a la amazonía y mienten a los nativos diciéndoles que sus tierras y el agua han sido vendidas a las grandes transnacionales para explotar la madera, el gas y el petróleo que se encuentra en ellas; para así evitar el TLC.Por otro lado, el líder amazónico aprovecha la oportunidad para subirse al trampolín político de Chávez, pensando que con su intransigencia podrá llegar al poder para convertirnos en una provincia más de Venezuela. Si bien, éste último pareciera ser el principal responsable de las muertes ocurridas en Bagua; son todos y cada uno de los políticos culpables también, por olvidarse de los peruanos menos favorecidos y encima manipularlos para que nos matemos entre nostros mismos, bien lejos de donde están las autoridades que dirigen la discusión: Alan García, Yehude Simon, Mercedes Cabanillas, el cobarde de Alberto Pizango, las congresistas nacionalistas Janeth Cajahuanca y Juana Huancahuari, etc, etc.¿Por qué no van ellos la próxima vez a desalojar la carretera, o a apoyar a los nativos cuando las papas queman? ¿Por qué no ponen el pecho, o por qué salen huyendo cuando se percatan de la realidad de su ineficiencia política?Porque son unos cobardes que jamás darán la vida por algo que piensan. Al contrario, usan a los que sí lo harían para conseguir lo que sólo ellos quieren: el poder.Si bien hay muchos más factores que influyen en la situación del país, creo que la ausencia del estado en gran parte del territorio, la pésima educación pública, las autoridades locales corruptas y abusivas; incluso la influencia política de otros países, contamina y afecta la vida de los peruanos comunes.Obviamente, todos somos peruanos, y por ello somos todos parte del problema, pero creo que son nuestras mismas autoridades las que muchas veces permiten que desgracias como éstas ocurran.Ojalá que alguien pague por los crímenes que se cometieron de uno y otro lado, y que no quede como siempre, impune y olvidado.De Chávez ya se encargará la vida misma.